Lawrence Kohlberg (25 de octubre de 1927 - 19 de enero de 1987). Psicólogo estadounidense. Obtuvo en Chicago el título de “Bachelor of Arts” y el doctorado en filosofía. En 1958 presentó su tesis doctoral acerca del desarrollo del juicio moral.
El principal logro de Kohlberg proviene que amplió la teoría de Piaget y defendió que el desarrollo moral es un proceso que se lleva a cabo durante toda la vida. Kohlberg desarrolló su teoría a partir de investigaciones y entrevistas con grupos de niños de corta edad. A esos niños les proponía una serie de dilemas morales y con posterioridad eran entrevistados para conocer las razones de los juicios morales que realizaban ante los dilemas. Muchos de los dilemas morales eran altamente complejos incluso para adultos por lo que los niños normalmente hacían juicios más simplificados de los que podría hacer un adulto. Con ello Kohlberg llegó a la conclusión de que el desarrollo moral de las personas dura toda su vida aunque también validó la teoría de que los seres humanos pasamos por una serie de etapas en nuestro desarrollo moral que él cifró en seis.
EL JUICIO MORAL:
La moralidad son los valores que se han ido adquiriendo en el entorno social y que sobre esos valores que se tienen se actúa en la experiencia diaria. El ejercicio del juicio moral es un proceso cognitivo que nos permite reflexionar sobre nuestros valores y ordenarlos en una jerarquía lógica. Esto no se limita a momentos puntuales o extraordinarios de nuestra vida sino que es integrante del proceso de pensamiento que empleamos para extraer sentido a los conflictos morales que surgen en la vida diaria.
CONCEPTO DE ESTADIO O ETAPA:
Se define como la manera consistente de pensar sobre un aspecto de la realidad. Kohlberg aplica este concepto al desarrollo del juicio moral.
ETAPAS DEL DESARROLLO MORAL SEGÚN KOHLBERG
Según se ha comentado anteriormente, Kohlberg definió tres niveles en el desarrollo moral, cada uno de los cuales está relacionado con la edad. Estos niveles son:
Nivel I: Moralidad Pre - convencional; de los 4 a los 10 años.
Lo importante de este nivel está en el control exterior. Los niños miran y observan las pautas y patrones de otros, para evitar la sanción o para obtener premios.
El nivel se divide en las siguientes dos etapas:
Etapa 1. La orientación de obediencia por castigo
Las consecuencias físicas de una acción determinan la bondad o maldad sin considerar el significado humano o el valor de estas consecuencias. La evitación del castigo y el respeto incuestionable al poder son valiosos por su propio derecho, y no en términos del respeto por un orden moral subyacente que se sustenta por el castigo y la autoridad (esto último sucede en la Etapa 4). Es decir, las personas obedecen las reglas para evitar el castigo. Una acción buena o mala está determinada por las consecuencias físicas.
Etapa 2. La búsqueda del beneficio personal.
La labor correcta consiste en aquello que materialmente satisface las propias necesidades y a veces las necesidades de los demás. Las relaciones entre seres humanos son vistas en términos mercantiles. Los elementos de igualdad, de relación y de compartir están vigentes, pero siempre son comprendidos en una forma práctica. La relación es un asunto de “me das y te doy” no de fidelidad, obligación o justicia. Con lo cual, las necesidades personales determinan la tolerancia o desorientación. Se devuelven favores a partir del canjeo “si te ayudo, me ayudarás”.
Nivel II: Conformidad con el papel común o convencional va desde los 10 hasta los 13 años de edad.
Los niños ahora quieren simpatizar con otras personas. Aún ven los modelos de otros pero los han interiorizado a su medida. Ahora quieren ser estimados y vistos como“buenos” por la gente cuya opinión es importante para ellos mismos.
Etapa 3. La orientación en relación de “niño bueno-niña buena”.
Un comportamiento correcto es aquél que permite satisfacer o ayudar a otros y es aceptado por los mismos. Hay mucha aprobación a imágenes estereotipadas de lo que es el comportamiento “natural”. El comportamiento habitualmente es juzgado por la intención (“tiene unas buenas intenciones”) es entonces cuando se convierte en algo importante por primera vez.
Etapa 4. La orientación de “ley y orden”.
Hay una disposición hacia la autoridad, las reglas y el sustento del orden. El comportamiento “bueno” consiste en hacer su propio deber, demostrar respeto a la autoridad, y mantener el orden socialmente dado que se justifica en el mismo. Al decidir un castigo para una incorrecta actuación, las leyes son incondicionales.
Nivel III: Principios morales autónomos, de los 13 años en adelante.
En este nivel se consigue la verdadera moralidad. Por primera vez, la persona se muestra de acuerdo con la posibilidad de un compromiso y conflicto entre dos modelos aceptados en la sociedad y trata de elegir y decidir entre ellos. El control de la conducta no es externo ahora, tanto en los modelos observados como en el juicio acerca de lo correcto y lo incorrectos.
Etapa 5. La orientación legal o de contrato social.
Totalmente tiene matices utilitaristas. La acción “buena” tiende a ser definida en expresiones de los derechos generales del individuo en si, y de los estándares que han sido críticamente examinados y acordados por la sociedad entera. Hay una clara y lógica razón o conciencia del relativismo de los valores y opiniones personales y un significado correspondiente hacia los modos y reglas para llegar al consentimiento.
Etapa 6. La orientación de principios éticos globales o universales.
Lo “bueno” es determinado por la decisión de la conciencia de acuerdo con los principios éticos auto-elegidos que “invocan” a la comprensión lógica, firme y universalidad. Estos principios son neutros y éticos y no son reglas morales específicas como los Diez Mandamientos por ejemplo. Esta etapa supone principios universales de justicia, de relación e igualdad de derechos humanos, y de respeto por la dignidad de los seres humanos como personas individuales. Lo que es bueno y acorde a derecho, es cuestión de conciencia individual, e involucra los conceptos abstractos de justicia, dignidad humana e igualdad. En esta fase, las personas creen que hay puntos de vista universales en los que todas las sociedades y personas deben estar de acuerdo.
Para explicar la relación que existe entre el razonamiento y la conducta moral es necesario comprender cómo define cada individuo su identidad moral y la importancia que la dimensión moral adquiere en su propia valoración, en el sentido que tiene de sí mismo. La identidad moral proporciona así una de las principales motivaciones para la acción moral, para comprometerse en las propias convicciones, y la acción se convierte en una prueba de consistencia de uno mismo.
Como hemos visto, las etapas de Kohlberg están relacionadas con las etapas cognitivas de Piaget y que surgen, como aquellos, por equilibrio con el ambiente. Así pues, dentro del sistema de Kohlberg, no puede atribuirse a nadie responsabilidad por sus elecciones morales: no puede ser moralmente responsable quien ha tenido un desarrollo inadecuado, bien por falta de un entorno apropiado, bien por no tener una madurez cognitiva suficiente para alcanzar estadios morales más altos. Así pues, nadie podría ser culpado por fallos morales.
La relación del desarrollo moral con los estadíos es buena. Buen trabajo. Saludos. Mr
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